Transporte público en Londres

Cuando hagáis las previsiones de gasto para vuestra estancia en Londres tenéis que tener muy en cuenta que se trata de una urbe de largas distancias y que el transporte es caro. En el metro y los autobuses urbanos, que son los medios más utilizados por la población, se puede pagar con la misma tarjeta monedero. Hacerse con una Oyster cuesta 3 libras, pero abarata considerablemente el precio de los viajes sencillos y permite comprar abonos diarios, semanales y mensuales por zonas de metro.

Toda la información sobre los tranportes de Londres se encuentra actualizada en la web oficial Transport for London. Este sitio dispone de un planificador de desplazamientos, mapas de todos los servicios, horarios y tarifas, entre otros datos útiles. En él se pueden consultar, por ejemplo, las incidencias o cierres por obras en las líneas de metro, en las que se suelen hacer trabajos de mejora los fines de semana.

El metro de Londres está abierto de 5.00 de la mañana a 00.00 de la noche de lunes a sábado y a partir de las 7.30 los domingos, aunque el horario de los primeros y últimos trenes depende de la estación. Por el contrario, el servicio de autobuses urbanos diurno se complementa con rutas de noche que coinciden con las más importantes del día. Los clásicos taxis son otra opción dentro de la ciudad, también de noche, pero son bastante caros y difíciles de encontrar según en qué barrio te encuentres.

Una opción más económica son los minicabs, coches que pertenecen a empresas privadas que dan el mismo servicio pero a menor precio. Transport for London ha puesto en marcha una intensiva campaña para advertir a los usuarios de los peligros que conlleva utilizar minicabs ilegales. En muchas ocasiones veremos como nos ofrecen el servicio de minicab a la salida de pubs o clubs a altar horas de la noche. No debemos utilizar estos minicabs, pues no sabemos si tienen las licencias pertinentes. Lo mejor es llamar a una compañía desde el restaurante en el que nos encontremos, posiblemente ellos tengan números de compañias cercanas, o desde nuestro móvil.

Además del metro y los buses, los londinenses también se mueven en tren, metro ligero o barco dentro de la ciudad, y hay quienes incluso se atreven con el coche o la bicicleta. Los que queráis disponer de vuestro propio auto en la capital debáis tener la licencia internacional de conductor. Es importante tener en cuenta (además de que se conduce por la izquierda) que en el centro de Londres se cobra una tarifa especial por congestión de tráfico y que existe una zona de bajas emisiones.

Las bicicletas son uno de los transportes favoritos para los londinenses y los vehículos a motor están acostumbrados a compartir las calles con ellas. Sin embargo, es recomendable circular por vías secundarias y llevar casco, chaleco reflectante y candado (porque si no se anclan, a veces desaparecen). Existen muchas páginas web con consejos y rutas por Londres, entre ellas TFL.

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